LA QUE SIN SER MI MEJOR
CARRERA, SIN DUDA LO FUE.
Igual, por el momento en el que
me encuentro, no debería sentirme como un
tarro de felicidad que acaba de explotar, pero así estoy. Y aquí va la
explicación:
Hace apenas unos días volvía a
quedarme sin trabajo. Ni me asusta ni tampoco es una situación en la que no
haya estado antes, y aunque se veía venir…siempre esperas que no pase. No quise
darle muchas vueltas y me centré en celebrar mi cumpleaños (Viernes 12/06/15).
Al contrario que le pasa a mucha gente, a mí, cada año que pasa me hace más
ilusión celebrarlo y quien me conoce lo
sufre.
Después de soplar las velas,
mientras tomábamos el postre, Dani me dijo entre bromas algo así como: “Menos mal que el Domingo quemarás calorías,
porque te estás poniendo fina a dulces”. ¡¡¡¡La carrera¡¡¡¡, pensé. Con
tantos acontecimientos, algunos buenos y otros no tantos, se me había olvidado
por completo.
Y entre celebraciones llegó el Domingo.
Llegamos a eso de las 08.00 h al Monasterio de La Santa donde estaba
montada la línea de salida. El Monasterio de La Santa es uno de mis “sitios favoritos del mundo mundial” (si
no lo conocéis no perdáis la oportunidad de ir) así que la carrera, sin
conocerla, ya me encantaba. Recogidos los dorsales fuimos a colocarnos bajo el
arco de salida. Un beso, una foto y a correr ¡
Love Story
Salíamos y corríamos juntos tanto
los que hacían la carrera completa (30.7 K) como los que sólo corríamos la mitad
(15.7 K), con la diferencia de que los de la “Mini Dragón” teníamos la meta en un
punto en mitad del ascenso, concretamente en el Centro de Visitante “Ricardo
Codorniu” y el resto seguían hasta coronar en el Acuartelamiento Aéreo de
Sierra Espuña, comúnmente conocido como “La Bola”.
Apenas llevaba unos pocos metros
recorridos y ya notaba molestias en las piernas, estaban pesadas y sin ganas de
correr. Vi que eran demasiadas las personas que me adelantaban y aventuré que
algo no iba bien. Demasiado celebrar quizás y demasiados buenos regalos también
(Dani me había regalado una bici de montaña y no perdimos tiempo en salir a probarla,
ahora el cansancio pasaba factura). No fue hasta pasados unos cuantos
minutos y algún kilómetro, que mis piernas respondieron y recuperé algunas posiciones. Para cuando llegó la montaña ya me sentía algo mejor, pero muy
lejos de encontrarme bien, de hecho no llegué a notar buenas sensaciones, o
al menos buenas sensaciones físicas, en todo el recorrido.
Finalizando el primer tramo de asfalto
Seguía subiendo, y aun con flato,
ojos lagrimosos y algo de fatiga daba alcance a nuevos grupos y dejaba atrás a
más compañeros, tenía la sensación de haber perdido muchas posiciones al inicio
y quería recuperarlas. Hubo una subida, sobre el kilómetro 5 o 6 sino recuerdo
mal, la más larga y pronunciada del recorrido corto, donde comprobé que era más
rápida a zancadas que en carrera, por lo que terminé de subir andando,
recuperando pulsaciones y aun así adelantando corredores. Concretamente esos
corredores fueron el último grupo al que di alcance. A partir de ese momento corrí sola.
Disfruté, en soledad, de unas
vistas preciosas del Parque Regional de Sierra Espuña y me enamoré de una “casa”
en el kilómetro 10.
Mi disfrute se vio alterado cuando una corredora me
adelantó, intenté seguir su ritmo pero me fue imposible, aunque si me dio
tiempo a ver que la mujer parecía correr sin apenas esfuerzo. Llevaba el pelo
perfecto recogido en una simple pinza, pendientes de perlas, anillos y
varias pulseras que la hacían estar divina. Su aspecto parecía decir algo así
como “acabo de salir de casa y nada, me apetecía correr un poquito” (creo que
fue segunda veterana, enhorabuena campeona).
En lo que yo intentaba seguir su
ritmo vi como ella daba alcance a otra corredora. “Quizá yo también pueda adelantarla”, pensé, así que aceleré, pero en apenas un kilómetro las perdí de vista y volví a mi carrera en
solitario. No lo supe hasta mucho después, pero perseguía a la que sería la
primera clasificada absoluta.
De los últimos kilómetros
recuerdo una bocanada de aire que me quitó la gorra e hizo que me espabilase un
poco, y especialmente a Footer Trotter
y Fran Nortes, si normalmente ya se
os agradece que estéis siempre ahí recogiendo instantáneas para luego compartirlas,
en esta ocasión vuestra presencia y
vuestros ánimos me dieron aliento. Gracias.
Dani casi en el Km 15
Dani llegando a "La Bola"
Pepe sobre el Km 15
Dani al final del primer tramo de asfalto
A mi encuentro con FooterTrotter sobre el Km 12
A mi encuentro con Fran Nortes casi en Meta
Terminó la montaña con la incorporación desde la misma a un tramo de carretera en ascenso que en el kilómetro 15.7 se bifurcaba, los
corredores de la larga continuaban subiendo y los de la Mini Dragón llegábamos
a meta con un giro a la izquierda.
Llegada de Dani a Meta
Llegada de Pepe a Meta
Al llegar, bebí agua, tomé un
plátano y varios trozos de sandía del avituallamiento que había en meta.
Estiré
y me senté a esperar que nos diesen indicaciones sobre como bajar de vuelta al
Monasterio de La Santa, y entonces vino
lo mejor…Una chica que había sentada a mi lado preguntó a uno de los
voluntarios por su posición, se lo dijo y yo, aprovechando el momento me
interesé por la mía a lo que el chico contestó: “¿El dorsal 324? Ven, míralo”. Me dio impresa una parte de la
clasificación y allí estaba yo 3ª
clasificada absoluta 01:38:43 (42º de la general). Cuando fui a devolverle
la hoja, insistió en que me la quedase y así lo hice.
El tiempo de espera en los
autobuses hasta volver a La Santa me lo pasé mirando mi extracto de
clasificación, ausente del mundo, de la espera y de las quejas de algunos
compañeros por la tardanza en el inicio del camino de vuelta. Quizás en otro
momento yo también me habría quejado, pero lo cierto es que todo me parecía
bien.
Al llegar, fui al coche, me
cambié de ropa y escribí a Lola. Al poco estábamos sentados, Juan, Lola y yo en
la terraza de La Santa disfrutando de un súper aperitivo. Compartir y celebrar
con ellos siempre es un placer¡. Cuando al rato vi llegar a Dani y a Pepe fui
corriendo a contarles que era tercera, que tenía pódium…Vi en Dani una cara de
felicidad que creo superaba la mía. Volvimos a la terraza y seguimos con el
aperitivo hasta la hora de la entrega de trofeos. Puedo asegurar que de entre
todos los momentos especiales que guardo, ese aperitivo tendrá lugar privilegiado.
“Tercera clasificada absoluta femenina; Laura Flores de la Cruz”
sonó en La Santa y allí estaba yo, pareciéndome increíble haber conseguido un pódium
y haberlo hecho precisamente allí, en (como ya he dicho antes) uno de mis
sitios favoritos del mundo mundial. Tenía ganas de saltar encima del cajón y de
gritar también, pero controlé mi entusiasmo buscando con la mirada a Dani que
hacía fotos y sonreía sin parar y a Juan y Lola que no dejaban de aplaudir. Feliz, una perdiz muy muy Feliz.
El aspecto de un tarro de felicidad explotando
En el Podium
ENHORABUENAS…
Enhorabuena a mis compañeras de pódium, resto
de premiados y demás corredores/as.
Enhorabuena a Dani, para él
tampoco fue una carrera fácil, llegaba cansado tras acumular cantidad de
entrenamientos fuertes, pero aun así terminó y como siempre lo hizo en muy buen
tiempo y posición y especial enhorabuena también a mi cuñado Pepe.
Felicitar desde aquí a la
organización por el recorrido que prepararon y la cantidad de avituallamientos.
Quizás, volver a transmitir un poco lo que ya se ha dicho respecto a lo pesado
que se hizo el trayecto de vuelta al Monasterio, en especial a los corredores
de la carrera larga que tuvieron que hacer incluso transbordo, y la ausencia
de un grifo de cerveza y algo de picar una vez en La Santa. Pero ya se sabe que las primeras ediciones
siempre son complicadas.
Aprovechar también para enviar desde
aquí un saludo a la familia del Subteniente D. Juan Carlos Pérez Calleja, un
placer correr en su memoria.
…Y AGRADECIMIENTOS VARIOS
Por mi parte, esta carrera y este
pódium son para Dani, gracias por darme alas. A día de hoy no hay persona de la
que dependa más.
A Juan y Lola, por venir y sobretodo aguantar hasta
verme subida en el tercer cajón. Se os quiere ¡
A la familia “Cubos y pintas” por
las felicitaciones. Quiero destacar el comentario de “Alberto Teacher” pues me
hizo mucha gracia cuando dijo: “Esto ya
se veía venir”.
Gracias Papa y Mama porque al
final no os ha quedado de otra que sentíos orgullosos.
Correr no es cuestión de suerte,
decidir empezar a correr tal vez sí. Mejorar no tiene fórmulas mágicas, eres tú
sólo y sin ayudas, avanzando con una pierna y luego con la otra, cada vez un
poco más rápido y siendo con cada entrenamiento un poco más exigente. No hay secretos,
ni trampa ni cartón.
Churripampa, como diría mi abuelo José
Y hasta aquí la crónica de aquella que, sin ser mi mejor carrera, sin
duda lo fue.
“El mundo rompe a todas las personas, y
después
algunos se hacen fuertes en lugares rotos.”
Ernest Hemingway
Nos vemos
pronto ¡
L.
Bueno, son los momentos bonicos que tienen las carreras. Un saludico y felicidades dobles.
ResponderEliminarVaya parejica de máquinas, sí señor! Enhorabuena por el merecido podium, seguro que con esta progresión en breve vendrán muchos más.
ResponderEliminarEl primero de muchos trofeos!!!. Felicidades Laura y a seguir así.
ResponderEliminarSaludos